Reuters
La japonesa Toshiba Corp, que se ha destacado entre los golpeados fabricantes de procesadores del país, planea recortar la producción de sus chips de memoria flash en un 30% debido a un excesivo abastecimiento y la caída en los precios.
Las memorias NAND de Toshiba han sido un inusual punto de luz en la industria japonesa de chips que intenta mejorar sus viejas plantas y hacer las inversiones necesarias para competir con agresivos rivales en el exterior.
La fabricante japonesa de memorias dinámicas (conocidas como DRAM), Elpida Memory Inc, declaró la bancarrota en febrero, mientras que Renesas Electronics Corp está luchando por evitar el mismo destino recortando puestos de trabajo y cerrando la mitad de sus plantas domésticas.
La japonesa Toshiba Corp, que se ha destacado entre los golpeados fabricantes de procesadores del país, planea recortar la producción de sus chips de memoria flash en un 30% debido a un excesivo abastecimiento y la caída en los precios.
Las memorias NAND de Toshiba han sido un inusual punto de luz en la industria japonesa de chips que intenta mejorar sus viejas plantas y hacer las inversiones necesarias para competir con agresivos rivales en el exterior.
La fabricante japonesa de memorias dinámicas (conocidas como DRAM), Elpida Memory Inc, declaró la bancarrota en febrero, mientras que Renesas Electronics Corp está luchando por evitar el mismo destino recortando puestos de trabajo y cerrando la mitad de sus plantas domésticas.