El objetivo es determinar la presencia de materia orgánica, explica Rafael Navarro, el único mexicano que participa en el proyecto de la NASA
Agencias
Tras superar el momento más crítico de la misión: posarse sobre Marte, el siguiente paso para el robot explorador Curiosity es recorrer durante dos años la superficie del planeta rojo en lo que sería el preámbulo para lograr el objetivo de enviar astronautas al planeta rojo a mediados de la década de 2030.
Su nombre oficial es Mars Sience Laboratory (MSL), un vehículo robot casi cinco veces más pesado que sus predecesores, Spirit y Opportunity, lanzados en 2003. Para su misión de dos mil 500 millones de dólares lleva en su interior un laboratorio móvil que le permitirá hacer pruebas en distintos puntos de la superficie de Marte.
El robot, con un tamaño similar al de un auto pequeño y un peso de una tonelada, es capaz de pasar sobre obstáculos de hasta 65 centímetros de altura y de recorrer un máximo de 200 metros al día en el terreno marciano, mientras obtiene su energía de un isótopo radioactivo. Al no depender de la energía solar, no detendrá sus actividades durante la noche.
El Curiosity medirá, entre otros, la temperatura del suelo, aire, presión, humedad y radiación ultravioleta, y una antena que facilitará el envío de datos y pondrá directamente en contacto el explorador con la Tierra.
El robot cuenta con dispositivos para tomar fotografías y video de alta definición, así como localizar sitios adecuados para obtener muestras. Éstas se conseguirán taladrando el terreno para estudiar capas más profundas de la superficie, que aquéllas examinadas en misiones anteriores. También se obtendrán muestras con una pala.
Otro experimento que se realizará consiste en evaporar las rocas con un potente láser. El análisis del gas resultante permitirá conocer los elementos químicos presentes en las muestras.
Rafael Navarro González, investigador del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, el único científico mexicano detrás de la misión Curiosity que llegó a Marte este lunes 6 de agosto.
Sobre los objetivos de la misión, Navarro comentó: “para determinar si hubo, hay, o si es posible que en un futuro haya vida en Marte, es necesario saber si existe materia orgánica en su superficie, y si es así, se debe establecer si es de origen biológico o abiótico… Ésta es la misión del Curiosity”.
EL EXPERIMENTO SAM
Para analizar las muestras recolectadas en busca de materia orgánica, hay un conjunto de instrumentos dentro del robot llamado “Análisis de Muestras en Marte” (SAM, por sus siglas en inglés). Incluye un cromatógrafo de gases y un espectrómetro de masas.
Las misiones Vikingo I y Vikingo II, lanzadas en 1976, ya habían buscado materia orgánica en el planeta sin éxito. Navarro afirmó al respecto: “Mi equipo de trabajo y yo descubrimos lo que impidió que se detectara materia orgánica en las misiones anteriores… Nuestra colaboración hizo que se modificara el diseño de SAM para evitar caer en las mismas fallas”.
“Estoy entero y a salvo en la superficie de Marte”, indicó en un mensaje en el blog de la NASA a las 05.32 GMT que fue recibido con aplausos y abrazos en la sala de control del Laboratorio de Propulsión de la Agencia Espacial Estadounidense (NASA) en Pasadena, California. La misión despegó de la Estación Cabo Cañaveral de la Fuerza Aérea, el 10 de noviembre de 2011.
LOS SIETE MINUTOS DE TERROR
El descenso del Curiosity duró aproximadamente siete minutos, en los que se puso en juego una misión de dos mil 500 millones de dólares, la más costosa que ha llevado a cabo la NASA.
“Hoy, en el planeta Marte, Estados Unidos ha hecho historia”, señaló el presidente Barack Obama en una declaración distribuida por la Casa Blanca. “Éste es un triunfo de la tecnología sin precedentes”.
Como un “transformer”, desde que ingresó en la atmósfera marciana a 21 mil 500 kilómetros por hora la cápsula pasó en 420 segundos de ser un cono envuelto en temperaturas de casi 900 grados centígrados a convertirse en una grúa flotante sobre ocho cohetes y a algo parecido a una araña mecánica cuando se posó suavemente en el cráter Gale de Marte.
“¡Cráter Gale, aquí estoy”, dijo el locuaz robot tras describir en “primera persona” las fases del descenso.
Trece minutos después, el blog de la NASA recibió otro mensaje: “Ustedes piden fotos de mi viaje. ¡Aquí van! Mi primer vistazo (y seguirán muchos más) de mi nuevo domicilio….¡MARTE!
Las primeras imágenes enviadas por el Curiosity fueron en blanco y negro, con una resolución de 256 pixeles, y muestran una porción del suelo y una de las ruedas del artefacto.
“Estamos allá para buscar respuestas nuevas a viejas preguntas acerca de si hubo vida en Marte o si el planeta será capaz de sustentarla en el futuro”, añadió Bolden. “Hoy (ayer) las ruedas de Curiosity han comenzado a trazar el sendero para las huellas humanas en Marte”.
El explorador tocó el suelo marciano en realidad a las 05.18 GMT pero las señales desde Marte tardan unos 14 minutos en alcanzar la Tierra. Con información de EFE
2 mil 500 mdd, el costo de la misión
“EL CURIOSO”
200 metros al día como máximo podrá recorrer en el terreno marciano
1 tonelada, el peso del vehículo, similar al de un auto pequeño
14 minutos tardan en llegar a la Tierra las imágenes que envía
Agencias
Tras superar el momento más crítico de la misión: posarse sobre Marte, el siguiente paso para el robot explorador Curiosity es recorrer durante dos años la superficie del planeta rojo en lo que sería el preámbulo para lograr el objetivo de enviar astronautas al planeta rojo a mediados de la década de 2030.
Su nombre oficial es Mars Sience Laboratory (MSL), un vehículo robot casi cinco veces más pesado que sus predecesores, Spirit y Opportunity, lanzados en 2003. Para su misión de dos mil 500 millones de dólares lleva en su interior un laboratorio móvil que le permitirá hacer pruebas en distintos puntos de la superficie de Marte.
El robot, con un tamaño similar al de un auto pequeño y un peso de una tonelada, es capaz de pasar sobre obstáculos de hasta 65 centímetros de altura y de recorrer un máximo de 200 metros al día en el terreno marciano, mientras obtiene su energía de un isótopo radioactivo. Al no depender de la energía solar, no detendrá sus actividades durante la noche.
El Curiosity medirá, entre otros, la temperatura del suelo, aire, presión, humedad y radiación ultravioleta, y una antena que facilitará el envío de datos y pondrá directamente en contacto el explorador con la Tierra.
El robot cuenta con dispositivos para tomar fotografías y video de alta definición, así como localizar sitios adecuados para obtener muestras. Éstas se conseguirán taladrando el terreno para estudiar capas más profundas de la superficie, que aquéllas examinadas en misiones anteriores. También se obtendrán muestras con una pala.
Otro experimento que se realizará consiste en evaporar las rocas con un potente láser. El análisis del gas resultante permitirá conocer los elementos químicos presentes en las muestras.
Rafael Navarro González, investigador del Instituto de Ciencias Nucleares de la UNAM, el único científico mexicano detrás de la misión Curiosity que llegó a Marte este lunes 6 de agosto.
Sobre los objetivos de la misión, Navarro comentó: “para determinar si hubo, hay, o si es posible que en un futuro haya vida en Marte, es necesario saber si existe materia orgánica en su superficie, y si es así, se debe establecer si es de origen biológico o abiótico… Ésta es la misión del Curiosity”.
EL EXPERIMENTO SAM
Para analizar las muestras recolectadas en busca de materia orgánica, hay un conjunto de instrumentos dentro del robot llamado “Análisis de Muestras en Marte” (SAM, por sus siglas en inglés). Incluye un cromatógrafo de gases y un espectrómetro de masas.
Las misiones Vikingo I y Vikingo II, lanzadas en 1976, ya habían buscado materia orgánica en el planeta sin éxito. Navarro afirmó al respecto: “Mi equipo de trabajo y yo descubrimos lo que impidió que se detectara materia orgánica en las misiones anteriores… Nuestra colaboración hizo que se modificara el diseño de SAM para evitar caer en las mismas fallas”.
“Estoy entero y a salvo en la superficie de Marte”, indicó en un mensaje en el blog de la NASA a las 05.32 GMT que fue recibido con aplausos y abrazos en la sala de control del Laboratorio de Propulsión de la Agencia Espacial Estadounidense (NASA) en Pasadena, California. La misión despegó de la Estación Cabo Cañaveral de la Fuerza Aérea, el 10 de noviembre de 2011.
LOS SIETE MINUTOS DE TERROR
El descenso del Curiosity duró aproximadamente siete minutos, en los que se puso en juego una misión de dos mil 500 millones de dólares, la más costosa que ha llevado a cabo la NASA.
“Hoy, en el planeta Marte, Estados Unidos ha hecho historia”, señaló el presidente Barack Obama en una declaración distribuida por la Casa Blanca. “Éste es un triunfo de la tecnología sin precedentes”.
Como un “transformer”, desde que ingresó en la atmósfera marciana a 21 mil 500 kilómetros por hora la cápsula pasó en 420 segundos de ser un cono envuelto en temperaturas de casi 900 grados centígrados a convertirse en una grúa flotante sobre ocho cohetes y a algo parecido a una araña mecánica cuando se posó suavemente en el cráter Gale de Marte.
“¡Cráter Gale, aquí estoy”, dijo el locuaz robot tras describir en “primera persona” las fases del descenso.
Trece minutos después, el blog de la NASA recibió otro mensaje: “Ustedes piden fotos de mi viaje. ¡Aquí van! Mi primer vistazo (y seguirán muchos más) de mi nuevo domicilio….¡MARTE!
Las primeras imágenes enviadas por el Curiosity fueron en blanco y negro, con una resolución de 256 pixeles, y muestran una porción del suelo y una de las ruedas del artefacto.
“Estamos allá para buscar respuestas nuevas a viejas preguntas acerca de si hubo vida en Marte o si el planeta será capaz de sustentarla en el futuro”, añadió Bolden. “Hoy (ayer) las ruedas de Curiosity han comenzado a trazar el sendero para las huellas humanas en Marte”.
El explorador tocó el suelo marciano en realidad a las 05.18 GMT pero las señales desde Marte tardan unos 14 minutos en alcanzar la Tierra. Con información de EFE
2 mil 500 mdd, el costo de la misión
“EL CURIOSO”
200 metros al día como máximo podrá recorrer en el terreno marciano
1 tonelada, el peso del vehículo, similar al de un auto pequeño
14 minutos tardan en llegar a la Tierra las imágenes que envía
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