viernes, 1 de marzo de 2013

Tras los teléfonos, nacen los ''relojes inteligentes''

El ''smartwatch'' permite acceder en cualquier lugar y con toda discreción a los mensajes y las llamadas del teléfono móvil

EFE

BARCELONA, ESPAÑA.- Después de los teléfonos inteligentes, el  próximo juguete tecnológico de moda podría ser el 'smartwatch', un reloj que  permite acceder en cualquier lugar y con toda discreción a los mensajes y las  llamadas del teléfono móvil. 

Mientras se espera la aparición del supuesto iWatch en el que estaría  trabajando el gigante estadounidense Apple, según numerosos artículos de  prensa, otros pesos pesados como Sony o pequeños como Pebble y i'm Watch están  ocupando el mercado. 

Se dirigen a una clientela amplia, que va desde los usuarios a quienes les  cuesta desconectarse desde su teléfono celular cuando están reunidos o en el  cine, hasta los deportistas que quieren vigilar su ritmo cardíaco mientras  realizan un esfuerzo. 

"El futuro es, de forma general, de los aparatos que se llevan puestos",  considera Massimiliano Bertolini, director general de la firma italiana i'm,  que acudió al Congreso Mundial de la Telefonía Móvil de Barcelona, en el  noreste de España, para presentar su producto estrella, el reloj multifunciones  I'm Watch.  

Vendido en internet desde el verano boreal de 2011, y en varios países de  Europa como Reino Unido o Polonia, este 'smartwatch' será comercializado la  semana próxima en unos grandes almacenes españoles y podría ser lanzado en  Francia en abril en función de las negociaciones en curso con los  distribuidores, anunció el directivo. 

Este "reloj inteligente" funciona como un complemento del 'smartphone', con  el que está conectado mediante la tecnología de comunicación inalámbrica  Bluetooth. Así, sin sacar su teléfono del bolsillo, el usuario puede responder  o rechazar una llamada, consultar su correo electrónico o ver sus  notificaciones en las redes sociales. 

Dotado con un sistema de altavoz y micrófono 'manos libres' permiten  contestar a las llamadas hablando directamente al reloj, como si de una una  película de espías se tratase, mientras que basta con sacudir la muñeca para  colgar o evitar una llamada.  

I'm Watch integra también aplicaciones específicas como i'm Sport,  presentada el lunes con ocasión del Mobile World Congress de Barcelona.  Equipado con un cardiómetro Bluetooth, su propietario puede establecer cuánto  tiempo debe correr o una frecuencia cardíaca máxima que no debe sobrepasar  mientras hace deporte. 

Estas funciones ya existían en otros relojes como el Forerunner de Garmin,  pero ahora se combinan por primera vez con un teléfono inteligente, precisa  Bertolini. 

Otra aplicación permite, por ejemplo, descargar y escuchar música desde el  reloj. 

Con su marco cuadrado de aluminio, su pantalla táctil de 1,5 pulgadas y su  correa de diferentes colores, i'm Watch sedujo de momento a unos 30.000  clientes, un 80% de los cuales son hombres, en su mayoría entre 25 y 50 años. 

Entre sus clientes "70% son usuarios de iPhone, 25% de Samsung y 5% de  otros teléfonos con el sistema operativo Android de Google", explica el  directivo.  

La firma espera vender más de 200.000 en 2013, en particular gracias a una  campaña publicitaria destinada a las mujeres que hará hincapié en el aspecto  "moda" del accesorio más que en su contenido tecnológico. 

Fabricado en Italia, i'm Watch se dirige a una clientela de alto poder  adquisitivo, con un precio mínimo de 300 euros (unos 390 dólares) para el  modelo básico, y de hasta 16.000 euros para la versión de lujo, en oro o plata  con incrustaciones de diamantes. 

Muy diferente del SmartWatch del japonés Sony, vendido en Europa desde 129  euros, o el Pebble, producido gracias a un éxito de la financiación  participativa que en tres semanas le permitió recaudar 10 millones de dólares  mediante la plataforma internet Kickstarter, comercializado en Estados Unidos a  partir de 150 dólares.

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