México, (Excélsior).- “Amamos la música”: esa fue la frase con la que Steve Jobs preparó el camino para su iPod en 2001. El reproductor de música de Apple inició entonces su camino siendo mucho más rápido y práctico que los reproductores populares existentes en el mercado entonces o que los reproductores de CD.
Tras varias generaciones y cinco versiones del mismo reproductor, quien fuera el hijo pródigo de la familia de Apple (en 2007 generó el 48% de las ganancias de la empresa) ahora se precipita rápidamente a su ocaso. El iPhone, el iPod Touch, el iPad y la Mac son ahora los consentidos de la empresa al frente de Tim Cook.
El promedio de las ventas de iPod en sus versiones Classic, Nano y Shuffle, fue de 6.2 millones y las ganancias que generó se cayeron al último lugar incluso por debajo de otros accesorios.
Los analistas de Apple, Wall Street y otros, calculan que el proceso que inició con el lanzamiento del iPhone y la versión Touch continúe y todas las funciones del iPod (un simple reproductor de música digital) sean relevadas por otros dispositivos con iOS.
Las estimaciones de estos analistas se enfilan a que las ventas de los modelos del iPod clásico seguirán descendiendo y se confirmarán cuando Apple presente su informe de ingresos fiscales el 23 de abril.
Así, a poco más de una década de su lanzamiento, podemos seguir afirmando que amamos la música aunque la manera en que la escuchamos sea distinta.
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