Las gafas de Google, en cuyo desarrollo el gigante de Internet ya lleva trabajando varios años, es uno de los proyectos favoritos de Sergey Brin.
Andrei Sokolov / Dpa
Berlín, Alemania.- Las gafas de Google aún no han salido al mercado pero en el restuarante "The 5 Point Café" en Seattle ya están prohibidas. El local, donde se puede comer las 24 horas del día un desayuno caliente o una gran hamburguesa, anunció anticipadamente en su página de Facebook que los clientes con una minicomputadora sobre la nariz no serán bienvenidos.
La advertencia de que no serán admitidos quienes infrinjan la norma de no entrar con el dispositivo futurista de golpe hizo famoso al pequeño restaurante. Sin embargo, la primera oportunidad de aplicar la prohibición aún podría tardar mucho en presentarse. La empresa de Internet Google apenas está repartiendo los primeros ejemplares de su "Google Glass" entre personas sometidas a experimentación. Las personas seleccionadas para participar en el ensayo tienen que pagar 1,500 dólares (1,160 euros).
Sin embargo, detrás del evidente truco publicitario del "5 Point Café" se esconde un serio problema. Las gafas milagrosas de Google plantean nuevas interrogantes sobre la protección de datos. Actualmente ya es posible, gracias a los smartphones y los teléfonos móviles con cámara, colgar en cuestión de segundos en Internet una foto o un video. Este fenómeno podría ganar mayor trascendencia con nuevas computadoras con cámara como el Google Glass.
"Si tomo una foto con mi teléfono, la persona que aparece en la pantalla probablemente lo notará", escribió la analista Carolina Milanesi en el diario británico "The Guardian". En cambio, con Google Glass se puede hacer lo mismo sin llamar la atención en absoluto, advierte la experta.
Durante las primeras presentaciones de Google Glass, la empresa mostró cómo la persona que lleva estas gafas puede sacar una foto con la cámara incorporada mediante el uso de la voz. De esta manera podría acercarse un paso más a la realidad la visión horrorosa de los encargados de la protección de datos que temen que cualquiera pueda sacar fotos de personas desconocidas en la calle y luego pasar las imágenes por un software de identificación.
Las gafas de Google, en cuyo desarrollo el gigante de Internet ya lleva trabajando varios años, es uno de los proyectos favoritos de Sergey Brin, cofundador de la compañía. La idea es que una pequeña pantalla delante del ojo derecho muestra informaciones de la red tales como indicaciones de ruta o respuestas a búsquedas. El dispositivo está diseñado de forma tal que se integra perfectamente en la vida de quien lo lleva puesto, al menos en teoría ya que aún hay pocas experiencias en la vida diaria.
Gracias a las nuevas posibilidades técnicas para componentes de computadora cada vez más pequeños, las gafas de Google van a ser el precursor de toda una generación de aparatos diminutos. Por ejemplo, la compañía sueca Memoto ha desarrollado una minicámara que se puede colgar en cualquier sitio del cuerpo y que toma instantáneas cada 30 segundos registrando así en forma de fotografías la vida de la persona que la lleva encima.
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