En los últimos tiempos la caida de las ventas de PCs y laptops fue de un 9 % en todo el mundo, pero en países como Alemania llegó hasta el 50 %.
Andrei Sokolov / Dpa
Berlín, Alemania.- La PC aún no tiene 40 años, pero ya está en la crisis de la mediana edad: los smartphones y tabletas le están robando protagonismo y están causándole problemas a gigantes del sector tecnológico como Microsoft, Intel, HP o Dell.
Con todo, estamos al inicio del cambio. Hasta finales de 2018 el número de smartphones se triplicará en todo el mundo hasta los 3.300 millones, pronosticó hace poco la mayor empresa mundial de equipamiento para telecomunicaciones, Ericsson. En los países desarrollados como Europa occidental y Norteamérica los teléfonos inteligentes sustituirán por completo a los celulares tradicionales, y en África y Asia uno de cada tres teléfonos será un smartphone.
Esta tendencia dejará huellas profundas en un sector que hasta ahora se basaba sobre todo en la "personal computer". Los más de 2,000 millones de smartphones que se sumarán en los próximos seis años son más que la cantidad total actual de usuarios de computadoras de escritorio.
La caída de las ventas de PCs y laptops es clara. En los últimos tiempos el retroceso fue de un nueve por ciento en todo el mundo, pero en países como Alemania llegó hasta el 50 por ciento. Como muy tarde en 2015 ya se venderán más tabletas que portátiles y PCs, pronostican expertos como Gartner.
Ya las pequeñas pantallas de los aparatos móviles marcan la diferencia: ofrecen poco espacio para la típica publicidad online, algo que contribuyó este año al desplome de las acciones de la red social facebook. Y también el gigante de las búsquedas Google lo ha notado, porque ha bajado el índice de clics sobre los anuncios.
La tendencia es sin embargo mucho más grave para los grandes de la industria centrados en las PCs, como Intel, Microsoft o Hewlett-Packard. Intel domina el negocio de los chips con las computadoras de escritorio y laptops, pero apenas ha puesto pie en el área de los celulares y tabletas, donde la que marca la pauta es la tecnología de menor consumo de la firma británica ARM. Y ya se dice que Apple está trabajando para pasar estos chips también a sus computadoras personales.
No son buenas noticias para Intel, que vivirá un cambio generacional en mayo de 2013 con la partida del presidente Paul Otellini. En cambio, en otra columna vertebral del sector, Microsoft, el CEO Steve Ballmer sigue firme en su puesto, entre otras cosas porque todos los posibles herederos se han ido marchando en los años recientes. El último en hacerlo fue Steven Sinofsky, que impuso el cambio radical del sistema operativo de la empresa con Windows 8.
Con su nuevo software, Microsoft quiere entrar en la era móvil: ya sea en los smartphones, tabletas o PCs, habrá la misma plataforma, así como un mismo diseño con grandes azulejos interactivos. La empresa está dispuesta a arriesgarse con la novedad incluso pese al hecho de que muchos usuarios acostumbrados a la versión anterior puedan sentirse incómodos.
Microsoft y sus socios hablan de un modelo de "PC mejorado", mientras que el fundador de Apple, Steve Jobs, había anunciado hace unos años el inicio de la "era post-PC". Con el iPhone, Apple encontró en 2007 la receta para sacar a los smartphones del nicho y catapultarlos al mercado masivo.
El sistema operativo Android de Google, con su amplia oferta de modelos, además más baratos, dio la puntada final al nuevo mundo de los aparatos móviles. En el tercer trimestre de este año, tres de cada cuatro smartphones vendidos llevaban Android. Pero, Apple sigue siendo la empresa que más dinero gana con su dupla formada por el iPhone y el iPad, la tableta que más se vende incluso dos años y medio después de su lanzamiento.
De lo que se trata no es tanto de quién vende más, como de la nueva realidad que surge con la propagación de los teléfonos inteligentes y tabletas, que puede transformar sectores enteros.
¿Cómo afectará al comercio minorista el hecho de que cada vez más clientes puedan ver los productos y precios en la tienda y después comprarlos online? ¿Cómo se transformará la televisión con la derivación de la publicidad a Internet? ¿Le puede pasar a la industria editorial lo mismo que a la musical, que se redujo a una décima parte de su volumen por su incapacidad de encontrar nuevos modelos de negocio y la piratería online? ¿Abrirán los monederos electrónicos de pago con aparatos móviles nuevas oportunidades de negocio ahora aún desconocidas? En 2013 comenzarán a responderse, al menos en parte, estas preguntas.
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