lunes, 14 de enero de 2013

Los smartphones buscan ocultarse en guantes, en el reloj o en lentes

Los teléfonos pueden esconderse ahora en un guante, en un sombrero e, incluso, en una uña

Reuters

LAS VEGAS, ESTADOS UNIDOS.- Algunos son casi dignos de  ser considerados como astucias de James Bond, pero el objetivo es normalmente  estético: las empresas apuestan por los accesorios ocultos para smartphones.  Los teléfonos pueden esconderse ahora en un guante, en un sombrero e, incluso,  en una uña. 

La uña en cuestión es presentada en el salón de electrónica CES que se está  celebrando en Las Vegas por la start-up Techtips. Concebida en un material  específico, esta uña sintética sirve de pluma de precisión y evita los errores  causados por dedos demasiado gruesos en las pantallas táctiles. 

"Está siempre con nosotros, y las mujeres tienen ya uñas falsas", indica a  la AFP Sri Vellanki, dermatóloga e inventora del concepto.

La "nanonail" (miniuña) se pega como cualquier otra uña artificial y pasa  totalmente desapercibida bajo una capa de esmalte. Soporta la acetona de los  disolventes y pasa sin problemas bajo la ducha. "La uña debería ser bonita, no  quería que las mujeres se la pusieran por obligación", explicó Vellanki. 

La creadora espera lanzar el producto al mercado de aquí a tres o cuatro  meses: "Nos gustaría pasarle la licencia a algún gran grupo cosmético mundial.  Pero si no lo conseguimos, lo venderemos en nuestra página web", se conforma. 

La empresa austríaca SunnyBag se preocupó más por la alimentación  eléctrica.  

Sus bolsos de mano hechos en cuero poseen igualmente paneles solares  flexibles. Alimentan así un pequeña batería que sirve en caso de emergencia  cuando la del teléfono móvil se queda a cero. También puede servir para  recargar una máquina de fotos o cualquier otro dispositivo que pueda  alimentarse a través de un puerto USB. 

"Nuestro objetivo fue combinar la moda y lo funcional", indica Kerstin  Kurre, gestora del producto. "Cada mujer y muchos hombres llevan un bolso, y  todo el mundo tiene problemas de batería", explicó. 

El filón que representa el auge de los teléfonos inteligentes no ha pasado  desapercibido para los actores de la moda y de los accesorios, que integran ya  auriculares en sus gorros u orejeras, proporcionando bufandas o guantes a juego. 

La empresa estadounidense David and Young ha "convertido en un poco más  teconológicos" algunos de sus sombreros, según su encargada de venta, Christine  Basinski. 

De su lado, la empresa italiana hi-Fun dio un paso más e "instaló un  teléfono en sus guantes", según explica Rick Sadofsky, el jefe de la firma  Bullboat, que distribuye sus productos en Estados Unidos. 

Son de apariencia muy clásica, en tela gris o negra. Sin embargo, cuando el  teléfono suena, el guante izquierdo se pone a vibrar. Se descuelga entonces el  teléfono apretando en un pequeño botón integrado en el puño, y después se pone  el dedo pulgar a la altura de la oreja y el meñique delante de la boca: un  altavoz está integrado en el primero, y un micrófono en el segundo. 

Los guantes están unidos sin cables al teléfono inteligente por bluetooth,  "una tecnología fácil, que funciona con la mayoría de aparatos", subraya  Sadofsky. 

En vez de en unos guantes, otros fabricantes prefieren integrar las  funciones del teléfono a un reloj, utilizando igualmente la tecnología  bluetooth. Martian Watch, Pebble, I'm Watch: varios productos de este tipo  fueron presentados en esta edición del CES, que vibran o envían una  notificación en caso de llamada, y permiten acceder a ciertas aplicaciones del  teléfono. 

La compañía estadounidense Vuzix llamó la atención en el CES con un  auricular sin hilo que actúa de teléfono, prolongado con un ramal que lleva una  pequeña pantalla al nivel del ojo. Ésta refleja entonces la pantalla del  teléfono inteligente al que está conectado el aparato, que será comercializado  en el segundo trimestre de este año con un precio de alrededor de 500 dólares. 

No obstante, Vuzix anunció también un proyecto más elaborado, que podría  estar listo dentro de 18 meses y que fue presentado como el "santo grial" por  David Lock, su responsable para la región Europa-Medio Oriente-África: unas  gafas reales que permiten ver a través de los cristales pero, también,  consultar de manera discreta la pantalla del teléfono del usuario o de  cualquier otro dispositivo. 

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